AMAD@S, FROM THE DESERT OF ATACAMA
Es una gran bendición para mi vida saludarles desde el corazón del Desierto Florido, el más árido del mundo, pero que es capaz de generar una especial formación de vida.
Les escribo porque mientras recorría un espectacular Parque Palenteológico, pensé en todas esas bendiciones escondidas en el secreto de Dios y que requieren de nuestra disposición de corazón para ser halladas. La sensación que tuve ayer fue muy emotiva y quizá no todos me entiendan pero resultó muy significativo para mi ver la grandeza de Dios escondida y que recién ahora, después de millones de años se viene a conocer.
Quiero reafirmar a cada uno de ustedes mi cariño, mi amor pastoral y decirles que son tan importantes para mi que necesitaba escribir estas líneas desde Caldera.
Oscar, nuestra identidad esta siendo restaurada, por años el fantasma del temor y la ignorancia nos extorsionaron, pensando que nuestro hablar era intrascendente, pero en el día de la libertad, compartiremos nuestro legado. No hay voz como la de su amada... ya es hora de cantar, por que las semillas fueron germinadas... honor y responsabilidad la que cargamos, por que muchos dictan cátedras de lo que no saben, pero el perdón para los perdonados autoriza su shofar. (Profeta H. Quiroga)