Es indignante ver una defensa tan poco digna de un Senador de la república que reconoce que su jefe de campaña consiguió facturas falsas para justificar parte de su gasto electoral. Eso no es un simple error, es una acción conciente para burlar los mecanismos que aunque insuficientes, si se respetan nos ayudarán a evitar situaciones como las actuales.
Pero tambien es irritante, ver a ex candidatos presidenciales y senatoriales -ambos derrotados en las urnas-, explicando que por haber usado a intermediarios én su campaña, en definitiva también hicieron negocios con una empresa fantasma -como ellos mismos la describen-, que es real cuando trabaja para el multimillonario ex candidato presidencial, pero que es fantasma a la hora de justificar los gastos de la concertación.
La Concertación derrotó a Pinochet, no solo por la potencia de su unidad y coherencia política, no sólo por el masivo respaldo ciudadano de cada protesta ochentera y la gigantesca movilización social nacional e internacional que aglutinaba en su discurso. La Concertación de Partidos por la Democracia derrotó al dictador por su CONSISTENCIA MORAL, al no acallar su voz para defender la democracia, la VIDA y la libertad de constituir juntos una nación sin miedos.
Esta fuerza moral tuvo la capacidad de animar el corazón de los chilenos, de sembrar sueños en la oscura noche del autoritarismo golpista y de colocar en el alma del país la semilla de la esperanza: "todo podía ser mejor". Sin embargo hoy -aunque honestamente creo que en Chile suceden cosas peores como la pobreza y la desigualdad en la redistribución de las riquezas-, la Concertación permite que le arrebaten su caudal más valioso.
Ladrones habrá siempre en todas partes. Si no, que lo digan los grandes empresarios dueños de bancos, de multitiendas, de AFPs, de isapres, exportadores de materias primas, etc., que año a año nos roban a todos los chilenos a través de la elución de impuestos y se enriquecen con nuestros fondos previsonales y nuestros recursos para la salud.
Sí, hay ladrones en el parlamento, en las transnacionales, hasta en las iglesias de cualquier confesión.
El tema es éste: Tenemos que entregar a Chile una nueva propuesta de conducción de país, una nueva forma de construir sociedad.
Hace varios años, el pastor evangélico Francisco Anabalon, líder del Comité de Organizaciónes Evangélicas (COE), acuñó en una manifestación cristiana la siguiente expresión:
"La Iglesia es la conciencia ética y la reserva moral de una nación".
No sé si la frase es de él o es prestada, pero siguiendo la línea de Cristo, los evangélicos debemos y tenemos que traer luz a una sociedad en tinieblas y ser sal en medio de tanta impureza. Desde la esfera evangélica es urgente llenar de valor y sentido cristiano a todos los rincones de Chile, porque donde quiera que haya un cristiano éste debe influenciar espiritualmente su medio y tendenciar con el mensaje de Cristo cada actividad política social y productiva. "Chile para Cristo" cuando los evangélicos asuman la responsabilidad de los gobiernos.
El deterioro moral de los valores que dieron vida al bloque oficialista debe detenerse y subsanarse.
El silencio irresponsable de los líderes evangélicos y por lo tanto de los cristianos en general debe interrumpirse con esa palabra justa y llena de sentido ético que Dios ha puesto en nuetra mente y corazón:
"BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA, PORQUE ELLOS SERÁN SACIADOS"
San Mateo 5. 6