El año 2005 significará definitivamente en el historial de mi vida, el año en que los sueños comenzaron a ser realidad, tomaron forma concreta, asi como tomaron forma concreta los obstáculos, la oposición y otras grandes interrogantes.
Durante los últimos días de este año 2005, la convicción del propósito divino en mi vida ha adquirido una certeza gigantesca. Agradezco esto, este tiempo y me entrego en las manos del gran Hacedor para que haga TODO lo que tenga que hacer.
Creo firmemente que no estamos llamados a actuar alienados a un gran mapa del destino trazado para cada uno, creo más bien en la independencia del hombre para decidir y para actuar, entendiendo que al final, a pesar de todo, el propósito de Dios se cumplirá en nosotros. Lo maravilloso de esto es que el plan de la Deidad SIEMPRE es bueno.
Anhelo para aquellos a quienes amo, lo mejor. Pido perdón por mis errores y asumo virilmente la consecuencia de mis actos, buenos o malos.
El planeta en que vivimos gira, se mueve, nos vemos en altibajos junto a él, pero aunque los tiempos cambien y los vientos soplen con fuerza, aferrado a la mano de Cristo, siempre permaneceré de pie.
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