El 1º de diciembre del año 1997, me tocó recibir al entonces Presidente de la República de Chile, Eduardo Fei Ruiz-Tagle y pronunciar un discurso como Presidente del Centro de Alumnos del Internado Nacional Barros Arana y de la Agrupación de Centros de Alumnos de Santiago.
Ese día en primer mandatario entregó formalmente al INBA, la distinción al colegio por el proyecto Montegrande, es decir un aporte económico importante a colegios de excelencia académica.
Creo que el Montegrande en términos generales no resultó, al menos el INBA hoy ostenta un simpático bus institucional, pero entiendo que algo pasó con el proyecto en medio de su desarrollo.
Hoy los estudiantes secundarios de Chile están movilizados, plantean exigencias al modelo educacional que no estaban en la pauta del gobierno, menos de la oposición y han hecho despertar del letargo a una sociedad que se traga sin asco el modelo económico y que cierra sus ojos frente a cualquier expresión de "rebeldía", que pretenda cambiar el statu quo.
Algo importante ocurre en Chile. Y sin ser agorero, creo que estamos a las puertas de un profundo cambio social que no es tutelado por ningun partido político, ni liderado desde La Moneda. Es un cambio que nace y surge desde los hijos de esta chilena democracia.
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